
Hiking en Andorra
Los 5 trekkings esenciales
Aparte de tener algunas de las mejores pistas de esquí del Pirineo, cuando la nieve se funde Andorra se convierte en un paraíso también del trekking, con montones de senderos que recorren prados alpinos, lagos de origen glaciar y picos que rondan los 3000 metros.
Andorra es un país que conozco bien y que he pateado bastante. En este artículo te hablo de los que creo que son los 5 trekkings imprescindibles de Andorra. Si vienes unos días a Andorra y es tu primera vez en el país de los Pirineos, empieza con estos trekkings. No tienes excusa, porque hay para todos los niveles, pero empezaré por los más difíciles.
Pic de Comapedrosa
Con 2945 metros de altitud, el Comapedrosa es la cima más alta de Andorra, y por ello es una de las rutas más populares del país, a pesar de ser una ruta exigente, que transcurre por terreno de alta montaña y con un gran desnivel.
La ruta clásica de ida y vuelta tiene una longitud de 14,3 km, un desnivel acumulado de 1.380m y una duración de unas 6 horas. Pero hay una variante más completa pero bastante más dura, que asciende por el lado del Pla de l’Estany y a través de una enorme tartera hasta el collado de Malhivern. Tienes toda la información y el track de este trekking en este enlace.


Esta variante añade un alto grado de dureza y exigencia física, pero hace de esta una de las rutas más espectaculares y variadas del Principado. La primera parte hasta el refugio Pla de L’Estany transita por un apacible valle, primero entre un bosque que se va despejando conforme ganamos altura, hasta llegar a la dichosa tartera. En este punto comienza una larga y penosa ascensión de unas dos horas, entre bloques de granito y canchales, debiendo estar muy atento a no perder la referencia de las marcas de pintura y los hitos.
Tras un breve respiro al alcanzar el collado de Malhivern, se afronta el último tramo de ascensión al Comapedrosa, siguiendo en todo momento las marcas amarillas hasta enlazar con la senda que viene del Estany Negre. Tras una media hora, estamos ya en la cima, donde disfrutamos de una panorámica estupenda de gran parte del Pirineo catalán, con cimas cercanas como la Pica d’Estats y pudiendo ver incluso el Aneto.
Para descender seguimos las marcas amarillas, por una senda que va cresteando y bajando lentamente hacia el sur. A la derecha dejaremos el Estany Negre y, a partir de aquí, empieza un lento y progresivo descenso por el valle, pasando cerca del refugio de Comapedrosa.


Conforme descendemos la vegetación vuelve a ganar terreno. Este último tramo es precioso, bajando paralelos al río y bajo de la sombra de los árboles, que en verano es de agradecer. Se llega a una última bifurcación donde se toma la senda de las Carboneras. Ya solo queda una media hora para volver al punto de inicio y dar por concluido este trekking.
Port de Siguer y Estany Blau
El hike menos conocido de los cinco que te comparto en este artículo, pero no por ello menos recomendable. De hecho, fue una muy agradable sorpresa, una excursión que hice en un día improvisado y buscando sitios nuevos por donde nunca había ido, y se ha acabado convirtiendo en uno de mis trekkings preferidos de Andorra.
Supe de él a través de la web oficial de turismo de Andorra. Como puedes ver es una ruta, a priori, no muy bestia: son casi 10 Km (ida y vuelta) con un desnivel acumulado de unos 700 metros, pero engaña bastante, pues aunque los datos no hacen presagiar nada extraordinario, no deja de ser una ruta por terreno de alta montaña y con tramos de pronunciada pendiente que son exigentes físicamente.

El último tramo también puede tener complicación dependiendo de la época del año en la que lo hagas. En mi caso, a finales de Mayo, aún quedaban neveros en el Port de Siguer y en el entorno del Estany Blau, lo que me obligó a extremar las precauciones, ir más despacio y, por tanto, alargar el tiempo de la ruta. A partir de Julio y hasta Noviembre no creo que plantee demasiados problemas, pero en años donde en invierno haya nevado bastante, es muy probable que aún quede nieve hasta bien entrado Junio.
En cualquier caso, y como digo, es una ruta preciosa y muy variada para lo corta que es: un primer tramo por el bosque deja paso, casi de forma repentina, a prados alpinos en otro valle moldeado por la acción glaciar. Superado el puerto y ya en territorio francés, hay que descender un poco hasta el Estany Blau, en un fantástico entorno de alta montaña.


Lagos de Tristaina
Clásica excursión de Andorra, una ruta circular de 4,4 kilómetros y que se tarda en completar en unas tres horas, con un nivel de dificultad bajo y apta para cualquier persona. La cota máxima que se alcanza es de 2300 metros, en el último de los lagos, y el desnivel acumulado es de unos 200 metros. Es un trekking sin complicación técnica , bien señalizado, sin pérdida alguna, apto para toda la familia.
El inicio del trekking es el aparcamiento de la Coma, uno de los sectores de la estación de esquí de Ordino Arcalís. El restaurante del mismo nombre, que en invierno solo es accesible con esquís, queda accesible por carretera en cuanto cierra la estación, momento en el que las máquinas quitanieves liberan la carretera que llega hasta aquí.

A tener en cuenta: en los meses de verano la carretera que llega hasta la Coma queda cortada de 9 a 17 para evitar aglomeraciones, así que si quieres llegar en coche tienes que madrugar. Si llegas más tarde de las 9 puedes aparcar el coche en la base de la estación, desde donde se coge un telecabina que cuesta 22€ (subida y bajada). Si quieres ahorrartelos, puedes subir caminando hasta la Coma, lo que añade 40 minutos de recorrido.
Desde el mismo aparcamiento ya se divisan las montañas que rodean el circo glaciar donde se encuentran los tres lagos de Tristaina: el Primer, el del Mig y el de Més Amunt. El sendero comienza en suave ascenso, bien marcado y con vistas panorámicas desde el primer momento. A medida que se avanza, el paisaje se vuelve cada vez más espectacular, combinando praderas alpinas, formaciones rocosas y el característico verde intenso de los Pirineos en verano.
El primer lago aparece tras unos 20-30 minutos de caminata, rodeado de una tranquilidad absoluta. A partir de ahí, el sendero bordea el lago y continúa ascendiendo hasta los otros dos, en un entorno cada vez más salvaje y solitario. El lago de Més Amunt, el más alto, ofrece una recompensa visual preciosa, con aguas cristalinas y un entorno ideal para descansar, hacer un picnic o darse un chapuzón; en verano está permitido el baño.

Si la ruta se te hace corta hay una opción para alargarla: del margen derecho del lago Mes Amunt sale en sendero en dirección norte hacía el Pic de Tristaina (2873 m). Es una cima bastante asequible y de no demasiada exigencia física, aunque en su último tramo tiene algún tramo de trepada. Algo que hace mucha gente es ascender hasta un punto panorámico a mitad de la ascensión a la cima, desde donde se obtiene una vista fantástica de los lagos Mig y Amunt.
Otra posibilidad para completar la ruta: el Mirador solar de Tristaina, un reloj solar que marca la hora sobre una pasarela de de 25 metros de diámetro, y que ofrece unas vistas espectaculares en 360º del entorno. De la Coma de Arcalís sale el telesilla de Creussans, que te deja en la cresta del pico Peyreguils, fronterizo entre Andorra y Francia. El mirador está en la cima de este pico, tras un suave ascenso de 10 minutos.

Lagos de Pessons
La ruta circular de los lagos de Pessons es otra clásica de Andorra, de un estilo similar a la de Tristaina, en el sentido que es una ruta fácil, que puede hacerse en familia y que no tiene ninguna complicación. Como aquella, la de Pessons te pone inmediatamente en un entorno de alta montaña, en un circo de origen glaciar moteado por pequeños lagos e ibones alimentados por riachuelos y torrentes que serpentean los prados. Un entorno idílico.
Esta ruta comienza en la zona de Grau Roig, sector de la estación de esquí de Grandvalira. En concreto, en el parking de Cubil, donde hay que subir inicialmente por una pista forestal (que en invierno es pista de esquí) en dirección oeste, siguiendo las indicaciones del restaurante Refugi dels Llacs de Pessons, a orillas del primer lago, llamado Primer.

El sendero continúa en ascenso hacia los lagos superiores, como el Estany Forcat o el Estany de les Fonts. Pasado este, el último lago es el del cap de Pessons, desde se enfila la subida a la collada de Pessons. Una opción para alargar la ruta es crestear desde esta collada hasta el Pic de Montmalús, descendiendo por el valle del mismo nombre, aunque esta es una ruta mucho más dura y exigente.
Poco antes del Estany de les Fonts encontrarás un cartel que indica el camino de vuelta para la ruta circular, descendiendo por los que se conocen como lagos de la Solana, a través de un valle paralelo al de Pessons que te devuelve en un descenso muy cómodo al lago Primer. La ruta completa tiene una longitud aproximada de 8 km, con un desnivel acumulado de unos 450 metros, y se tarda en hacer entre 3 y 4 horas.

Vall d’Incles
El Vall d’Incles es un apacible e idílico valle, para algunos el más bonito de Andorra. Un sendero, el camí Obac, se adentra unos 3 Km por el valle y al lado del río, en un paseo tranquilo apto para todos los públicos.
Si buscas algo más de tralla hay algunas variantes para hacer rutas circulares con algo más de miga, como la de los Estanys de Juclar, aunque la más completa y cañera es la de Cabana Sorda y Estany Enrodat, ruta que te lleva por la parte superior del valle y que te ofrece espléndidas vistas del entorno.

Esta ruta empieza en los apartamentos que se encuentran al comienzo de la Vall d’Incles, donde deberemos haber dejado el coche (lamentablemente, el parking es de pago). Se camina primero por la carretera, apenas un kilómetro, hasta que un desvío a la izquierda inicia una subida exigente a través del Bosc de la Pinosa. Tras media hora de ascenso el bosque se abre y el paisaje se transforma en un entorno de alta montaña.
Pasaremos por el Estany de Cabana Sorda y un refugio (no guardado) del mismo nombre. Desde allí, y en dirección norte, caminamos al borde de una terraza natural que ofrece una panorámica espléndida de todo el valle, antes de iniciar un descenso suave en su primera parte hasta el Estany d’Anrodat, y más pronunciado y decidido a partir de aquí, hasta llegar al pont de la Baladosa, donde conectamos de nuevo con la carretera. Para no volver por la misma carretera, lo mejor es cruzar el río y tomar el ya mencionado camí de l’Obac, que serpentea entre claros y sombras hasta devolvernos al lugar de inicio.

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